sábado, 2 de agosto de 2014

Verano 2014

Otro verano más y para mí, como ya comenté, el fin de año - siempre pienso que empieza cuando los peques, que ya no lo son tanto, empiezan el curso, P3 y P1 respectivamente.
Otro verano de unas 3 semanas queriendo disfrutarlas a tope, saborearlas tanto que la ansiedad mata los primeros días y momentos....  En los que dejar el control que se ha tenido durante casi 11 meses y pasar de un 100% a un 5% se hace duro y cuando uno se acostumbra y lo disfruta, es hora de partir de nuevo al 100% y cómo cuesta, ayyyyyyyyyy.

Un verano de despedidas, lógicas por un lado, pero no por eso menos tristes; y de escapadas, para recuperar el romanticismo en pareja con la ayuda de los abuelos, menos mal. De encontrar nuevos amigos, de ser muy difícil organizar quedada con algunos de los antiguos y descubrir que otros  aún siguen a tu lado después de ¡un cuarto de siglo! (qué vértigo... y qué bendición).

De gozar de los rayos de sol, de la arena dorada, del agua transparente (que me deparó, por primera vez en 39 años el "gusto" de conocer de primera mano y picadura una medusa; A.tuvo el mismo gusto por 3 veces)  y de ensaladas caseras. del frescor de la sandía, de torneos medievales, de disfraces, de tapas en un barrio medieval, de lecturas nuevas y de otras más conocidas con la fresca brisa del mar, de dejar en cierto modo a un lado las nuevas tecnologías y vivir por la salida y puesta de sol, de la paella y del "barrejat" (mezcla de horchata y limón granizados). Excursiones a paraísos terrenales y sufrir el bochorno de poniente...

Y lo que más me ha gustado y alegrado es haber sido capaz de ver mi ciudad, con la que tenía cierta cuenta pendiente de resquemor y melancolía, con ojos de extranjera, y disfrutar de su belleza, sin dolerme el no estar en ella más, asumiendo que tenemos vidas distintas, separadas y que además, está muy bien que así sea.
Y lo mejor, poder sentirme de nuevo unida a mi madre, cada una con su visión de vida y su trayectoria, el haber - al menos por mi parte - podido comprender que cada uno tiene una historia y unas vivencias y que eso nos forja, sin intentar cambiarla...bueno un poquitito sí :))) .

Y lo sueño otra vez, y me encantaría que hubiera sido más tiempo, más días, más abrazos, más sal, más aire, más arena...
Este verano ha tenido una banda sonora, unas canciones que usábamos para relajarnos por la noche - y que los pipiolos se durmieran después del tute del día; y a falta de fotos, ya que las mejores se quedan en la mente, dejo a James Blunt que es uno de  los que haa puesto melodía a nuestro verano 2014:




2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. aprendiendo de maestras como tu ;) me encantó tu entrada hoy, no he podido comentar porque no hay palabras

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