lunes, 28 de abril de 2014

El poder curativo del (pedir) perdón

Llevo un par de días con dolor de tripa
No es por nada físico, y manda narices que sin ser físico, pues se manifieste así
Ni me he hinchado (bueno, miento, desde que descubrí los bagels con chocolate sí me he hinchado); ni me he dado un golpe ni tengo problemas digestivos

La causa es más bien psicológica, y es que un comentario (o varios) puede sentar como un puñetazo cuyos efectos duran varios días, y en dos días me han dado un par
Uno ha sido gente que ni conozco - ah, las maravillas del bendito Facebook donde te pueden decir de hdp hacia arriba por un comentario que piensas inofensivo, escudándose en el hecho que no nos vemos la jeta - y lo peor, otro de una persona que sí conozco

Debería estar acostumbrada - a que siempre existen malos entendidos, malas interpretaciones, malos días - pero hay momentos en los que vienen tan de imprevisto que te dejan sin aire y con dolor de tripa
Los "anónimos" pasan más pronto, total, seguramente sí son malos entendidos y se solucionan enseguida, bien pasando completamente, bien arreglándolo
Lo que es triste, es que cuando son conocidos, a veces cuesta más sobrellevarlos y solucionarlos,  y crean brecha grande, escuecen mucho, porque si alguien quiere a otra persona ¿cómo podemos caer en decir las cosas de una manera ofensiva???? y a veces hasta diciendo "sin ánimo de ofender" pero ya está dicho



Me han enseñado a pedir perdón cuando hago algo mal queriendo o sin querer (en este último caso si me cuentan el agravio, porque igual ni me entero); no me gusta hacer daño, pero leches, tampoco me gusta que me lo hagan! Y no me valen las excusas de "pero si ya sabes cómo es!", porque también saben cómo soy y volvemos a lo básico - RESPETO, ¿he de respetar una forma de ser y la mía no puede ser respetada? ¿Por qué?

¿Cuál es, qué marca la diferencia? ¿La juventud? Bueno, si ese es el caso estoy educando mal a mis hijos, porque de pequeña mal me sentaba que no me pidieran disculpas o lo hicieran como a lo loco "aybuenovalesiperdonaaaaaaaquésensible!!", y de mayor, aunque menos, también así que yo a los míos si siento que les he dado en el medio, disculpas van y  son realmente sentidas

¿Que haya una relación familiar que une a las dos personas? En mi opinión, peor todavía, por eso mismo que hay sangre y se supone, cariño, con mayor motivo se puede pedir perdón y no darlo por sentado ¿o ese es el problema, en que sí hay que darlo por sentado? Si esa relación parece tóxica, ¿cómo sanarla?

Muchas veces leo por ahí frases típicas tipo para ser feliz hay que alejarse de las actitudes, personas o palabras tóxicas; el pedir perdón y perdonar libera etc etc (yo soy de esas que facebook lo empapelo con frases zen para no comerme el coco, animarme el día y centrarme en lo bueno de la vida - que hay y mucho - y así no darle vueltas a la cosa y que los dolores se vayan pronto)



Lo que sí veo que ocurre es que a veces ese poder curativo lo tiene la misma persona que te hirió, o más bien, tiene poder para curar más rápidamente que si lo hace uno mismo, y al igual que perdonar libera y te quita fardos, pedirlo sinceramente también actúa de medicamento contra esos dolores de tripa

Lo único es que me gustaría que esa cicatriz no abriera nunca más y creo que eso no hay pomada que lo cure, ni propia ni ajena, y de vez en cuando, sin avisar, vuelve ese golpe

martes, 22 de abril de 2014

Regreso al futuro

Y volvimos a la rutina, a la lluvia, a los playgroups y ayyyy, qué difícil se me haceee! bueno, no mucho, que me gusta mi vida en Aberdeen, pero ayer costó, costó tener que apagar las luces y volver a dejar el despertador preparado para las siete de la mañana

 estos últimos 4 días han sido maravillosos, no sólo por el buen tiempo, y por estar los 4 juntos, sino porque hemos disfrutado de un pequeño viaje al norte de Inglaterra, al condado de Durham, y es que nuestra familia se "pirra" por preparar maletas y estar de hotel, hostal o B&B en lugares nuevos donde podamos encontrar nuevas caras, nuevos acentos, palacios e iglesias, casas y paisajes distintos - increíble cómo hemos pasado estos genes a nuestros retoños o ¿será que los tenemos acostumbrados a viajar desde las 8 semanas de edad o les montamos unas películas que les alucinan y se emocionan pensando en las sorpresas que les esperan?
No lo sé, pero nos gusta que sean así la verdad, sobretodo cuando la peque se planta delante de nosotros y con su inglés nos pregunta "¿Estáis preparados para una aventura??" Y es que siempre queremos que lo vivan como tal, y lo saboreen, igual que nosotros

Eso sí, tenemos en cuenta que sólo tienen 6 y 4 años así que lo máximo de una vez que hacemos en coche son como mucho 6 horas y he de decir en honor de la verdad, que se portan de maravilla - con ayuda de unas cámaras de fotos para niños que tienen juegos, canciones Disney, juegos que preparamos para ellos (sobretodo yo, al conducir el costillo), que jueguen entre ellos y se duerman
Cuando sobrepasa las 6 horas, pues ya pensamos en otro medio de locomoción que podamos permitirnos, que aquí también hacemos números (perdón por el inciso, pero si no lo digo reviento, y es que a veces da la sensación que porque uno viva fuera de España es millonario, y no, para nada)

Y ha sido genial porque además, mi costillo y yo hemos dado rienda suelta a una de nuestras pasiones, la historia! y hemos ido viajando en el tiempo
Desde la medieval Durham (¡tan bonita!)




 retrocediendo en el tiempo hasta llegar a la Britania romana, visitando los enclaves de Vindolanda y Vinovia, y volviendo a visitar una granja georgiana, un pueblo minero y una ciudad de principios del S-XX (sí, a lo Downton Abbey) y una granja de la Segunda Guerra Mundial en Beamish

Y aprender, buscar, investigar ¡hasta tocar!! y hacerla viva y vivirla con los peques, un poco al sistema escolar de aquí - aprender por experimentación - y lo que sería homeschooling, un concepto que me parece muy bueno
Lo que ocurre es que es cierto que se puede hacer pesado para los peques si es todo demasiado instructivo, y aquí la verdad sea dicha, que no importa lo pequeño que sea el museo, SIEMPRE hay algo para los niños - por ejemplo, el fuerte romano de Binchester, antiguamente llamado Vinovia, tiene un aula educativa, donde hemos jugado a unas "damas" al estilo romano, hemos encontrado trozos de loza escondidos en arena, y hasta nos hemos disfrazado y probado un casco romano real



Nos hemos perseguido por las ruinas de la casa del comandante del fuerte, mientras yo gritaba "¡Roma víctor!" y ellos salían corriendo como dos pequeños "bárbaros" (y viendo un mapa de la época de Adriano entender por qué yo era legionaria romana y ellos pictos)

En Vindolanda hemos usado un "strigil" para simular que nos limpiamos la piel con aceite de oliva, y nos hemos reído de pensar que las esponjas para limpiarse el trasero en las letrinas públicas eran multiuso  por no pensar en el olor (uffff); hemos encontrado libros con pegatinas y sobre la historia de Roma; una pulsera al estilo antiguo y hemos disparado un arco y traducido la contraseña para formar parte la legión



Como era en plena Pascua, eso sí, hemos ido a buscar los huevos escondidos en el palacio del arzobispo de Durham para ganar unos connejos de chocolate




y en Beamish, hemos montado en un tiovivo de principios del S-XX, hemos probado sombreros en la cooperativa de la ciudad y gracias al miedo que pasaron cuando supieron cómo trabaja un dentista de la época eduardiana, me prometieron lavarse los dientes como mínimo dos veces al día además de saber cómo jugaban y trabajaban los niños de la época



No quiero extenderme mucho más, porque la verdad que esta visita daría para 28 páginas de este blog, pero así da gusto aprender, lástima que algunas de estas cosas estén perdiendo por culpa de los recortes (Binchester - Vinovia) y me quedo sobretodo con lo que dijo la peque corriendo por el pueblo minero - "I want to see the whole world!!!"




lunes, 14 de abril de 2014

Semana Santa, Teresa y unas cuantas de romanos

Me siento "togada", no paro de leer y mirar documentales sobre la vida en la Antigua Roma (recomiendo los de Mary Beard, profesora en Cambridge), vuelvo a revisionar "Yo Claudio" por cuarta vez y me propongo hasta cocinar placentas - que nadie se me asuste, es el nombre dado a un pastel de queso que se hacía en la Roma imperial

Y es que se acerca la fiesta grande del cristianismo, Semana Santa y Pascua (aunque todos, creyentes y gentiles, nos emocionemos más con la Navidad), y vuelve el pasado a mi mente, a esas vacaciones que pasaba en mi pueblo, y sobretodo lo muchísimo que disfrutaba de las procesiones y de ver todas esas películas y series ambientadas en época de Jesús, y claro, pues ahí estaban los romanos!

Quo Vadis, la serie Jesus de Nazareth (culpable de que en mi imaginario Robert Powell sea la cara de Jesús, aunque un poco demasiado serio, pero viniendo la que se le venía tampoco era cuestión de mucha risa); La túnica sagrada, Rey de Reyes y siempre, delante de todas, mi debilidad absoluta en el cine y una actuación magnífica, sobretodo la de el protagonista, ya que no ha habido  ni habrá jamás un BEN HUR como Charlton Heston






- y también me encanta porque a Jesús no se le ve la cara en ningún momento y tiene escenas con un colorido y fotografía  de cuadros barroco, y esa carrera de cuádrigas que me atrevo a decir es el primer recuerdo (o de los primeros) cinematográficos de mi infancia , y como no, esa maravillosa banda sonora de Rozsa



Y en estos días más que nunca, recuerdo a mi abuela Teresa, con la que veía todas estas series y películas y hablábamos y hablábamos, y yo le explicaba quién era quien y gracias a ella daba rienda suelta a mi pasión por la historia comentándole todo lo que iba aprendiendo -la relación entre la Pascua judía y la cristiana, cómo Roma gobernaba más de medio mundo conocido entonces, dónde estaba la ciudad de Jesús etc  y es que ella hasta el final siempre fue una ávida estudiante de todo, todo lo quería aprender (estuvo trabajando desde los 4 años, no fue al colegio, aprendió a escribir y leer prácticamente ella sola y fue de las pocas que decidió tener solo na hija a la que mandar a estudiar para que fuera independiente, que esperar a que se casara, eso en plena posguerra española - pero es otra historia - y que intentó ser independiente en todo hasta con 70 años y dos operaciones de cataratas plantearse muy seriamente tener un coche para ella sola)

Ir con ella a las procesiones del pueblo, para nada esas grandiosas y tan espectaculares y sonadas como las de Sevilla, sino unas pequeñas, más humildes pero igual de arrobadas y emocionante; diría que hasta más sentidas sin tanta saeta ni turista; intentar adivinar a las amigas que iban vestidas escoltando los pasos y saludarlas; rezar, pensar, emocionarse





Hacer croquetas de bacalao para los viernes con ella, y las torrijas, los buñuelos y  estallarnos los huevos duros de las monas en la frente, comerlas merendando con chocolate caliente o acompañandolas de unas longanizas duritas y secas esperando luego quedar con las amigas y comentar con ella cómo lo había pasado y que ella me contara que eran un encanto y "molt bones xiquetes", muy buenas niñas, y verla tan contenta por mí y conmigo, quedarme medio durmiendo con ella en el sofá y luego irnos las dos a la cama esperando repetir una rutina pascuera que es sinceramente, lo que más añoro de España y la melancolía que más me duele

Las Semanas Santas ya no son lo que eran sin mi yaya, y es cuando más cerca la tengo, sobretodo cuando veo una de romanos