jueves, 29 de agosto de 2013

La vuelta al cole

pues sí, ya está aquí la vuelta al cole, rebajas del Tío Paco, la prisión o tortura según la llamáramos o llamaran nuestros padres en época escolar.
Y personalmente sigo pensando que el año debería empezar a finales de agosto en lugar de enero y acabar en junio ;)



El mayor ya está en P2 (primary 2 o lo que era en nuestra época, imagino que segundo de EGB - lo siento, tan hasta los mismísimos de tanto cambio en nombre en España que yo me he quedado anclada en lo mío y listo) y la peque, en la guardería.
Lavar y preparar uniformes, etiquetar ropa y zapatos, tener cartera lista, ir mirando los blogs de los profesores de St Joseph, ayudar en los deberes, las mates y los sonidos etc

La verdad que he tenido suerte, porque ambos lo estaban deseando - las siete semanas de vacaciones al mayor se le hacían largas y al final deseaba volverse a casa y V loquita perdida por ser mayor como A - y bueno, aunque la chiqui está teniendo sus días de acostumbrarse (que no necesita), el muchacho entró de golpe, aunque esta vez sin mezclar compañeros, siguen siendo los mismos.



Y es cierto que está resultando caótico, no sólo por volver a horarios y demás, sino porque por ejemplo, A lo nota, nota el cambio, se exaspera y/o me exaspero y zas, andamos liados, él crece y tiene salidas que no me espero y de mayor y me da vértigo ver lo rápido que están creciendo; vuelve el estrés de buscarles actividades para no "asetarnos" (volvernos setas) en casa sin acordarnos que nosotros no empezamos actividades hasta los 7 u 8 años (ya se sabe, las madres babosas que vemos a la niña colgando de una rama de árbol y pensamos que ya tenemos a la siguiente Nadia Comaneci o bien una patada a una lata tirada en la calle nos hace hincharnos de orgullo y pensar "Toma ya, a ver si paras esto, Casillas!!")

Porque no queremos que se aburran, sino que saquen todo su potencial y hagan cosas que pensamos nosotros no podemos (y/o no sabemos) y desde luego, al menos en nuestro caso, no es por tener tiempo libre pues entre lo que cuesta llevarlos - y no hay coche disponible - y hay que esperar mientras hacen karate/fútbol/ballet el tiempo libre no es tal.

En fin, que haciendo honor a la buenísima temporada veraniega, hemos decidido que no hay extraescolares, bueno, sí las habrá (a ver si nos avisan cuándo) siempre y cuando sean tras las clases y no en fin de semana, pues ese es nuestro tiempo para aunque sea, perrear juntos (y como tenemos dos niños que están viajando desde que tenían dos meses de vida, pues se emocionan también imaginando viajes y la ilusión que les hace dormir en lo que A llama "inn hotel" pues algún miniviaje nos gustaría hacer, aunque los inviernos sean de miedo aquí)

Probablemente a V la dejemos sólo con playgroups por la mañana - a dos de los cuales asiste conmigo y dos en las que la dejo con otros nenes - y la guarde (por ley aquí en las guardes públicas, son dos horas y media), y los disfruta muchísimo y cuando ya tenga el mismo horario que su hermano, ya buscaremos algo para ella, puesto que creemos que podrá aguantar mejor la disciplina de baile, que es lo que más le entusiasma.

Como dijo una buena amiga, cuya nena empieza P1 en el mismo colegio de A (donde también está la guardería de V) este año, en lugar de ser el año de la Serpiente, debería llamarse "el año del pollo descabezado", sobretodo las primeras semanas, que vamos alterados niños y padres por igual y moviéndonos de aquí para allá más nerviosos que otra cosa.

Lo que espero es que sea un año genial para los dos




miércoles, 14 de agosto de 2013

Prejuicios que algo queda

Siempre he estado rodeada de prejuicios y sinceramente, yo también los tengo.
Aunque en mi "descargo" tengo la manía / suerte / tic nervioso de jugar al pin-pon con ellos, ventajas de la educación que tengo (imagino).

Quiero pensar e imaginar que es porque nos morimos de ganas siempre de pertenecer a un grupo, ser aceptados, reconocernos con otros y cuando vemos algo diferente, nos asusta.
Pero cuando esos prejuicios se dirigen a los niños, me hierve la sangre y me dan ganas de sacar la mano a pasear, porque no soporto que se les califique o asuste sin un motivo real y objetivo. Tampoco me gusta cuando se dirige a los adultos, ya que aunque se supone que sabemos "tragar" o defendernos, no somos de cemento armado. Ninguno.
Y por eso mismo creo que callados estamos más guapos (o si lo comentamos en petit comité con una o dos personas que conocemos muy bien, nos entienden y hay confianza, como servidora con el costillo).

Y lo que duele sobretodo es si viene de la familia, ya que se supone que son/somos los que aman sin prejuicios o más bien, saltan sobre ellos. Gran cosa  el amor incondicional.

Este verano pintaba las uñas a mi sobrina y a la peque, y mi hijo quiso unirse, le pareció divertido y para ser sinceros, a mí también y me encantó hacerlo, y teniendo ya a la peque, pues como que la idea de "es que tiene ganas de niña" no cuadraba aquí. Color coral, azul, lila en las manos y pies, y mi hijo todo feliz se lo enseña a su abuelo, tío y padre. No le dijeron "mariquita" porque vamos, estarían echando de menos la yugular, pero pusieron el grito en el cielo (el papi no, la verdad), pero no se dieron cuenta de la cara del niño, que con toda su inocencia (¿pero cómo van a pensar en sexualidad un niño de 5 años????) se quedó a cuadros, ¿qué hay de malo en esto? ¿A QUIEN PERJUDICA? Creo que es lo primero que deberíamos preguntarnos todos antes de abrir la boca .
Obviamente, aquí esta la sua mamma dispuesta a saltar donde sea. Puedo entender la respuesta de mi padre, 71 años y con su educación, pero mi hermano, con 42 puffff me dolió y cabreó a partes iguales.
 Eso sí, tampoco puedo negar el mundo desgraciadamente, así que mi respuesta para Ale fue "hay gente que sólo cree que las cosas pueden ser de una manera y se pierden mucha diversión y juego y como se asustan insultan, podría pasar eso con las uñas", así que él dijo que se las pintaba en casa pero fuera prefería que no.
Y luego me veo en El País este artículo que es exactamente igual a lo que viví, un niño que juega a super héroes y es fan acérrimo de espadas y piratas, que oye, quiere imitar a Guti y pintarse las uñas, so what?? Y aunque le gustaran las Barbies, vamos .



Otro caso es el de una amiga muy, muy  querida,que decidió este año observar el Ramadán. Ella es católica, pero como muchos, anda en pleno descubrimiento y búsqueda o lo que es lo mismo, perdida espiritualmente; su experiencia laboral ha supuesto un gran "choque" (que no se si llamarlo así, pero a falta de palabra mejor uso esta) y a la vez un gran impulso en su propio conocimiento personal, y del mundo (en este caso concreto, el Islam y los musulmanes) y ha decidido seguir este ritual. Huelga decir que cuando me lo dijo me quedé a cuadros escoceses del clan McDonald y con cierta prevención - no sólo porque realmente conocemos poco y para mal a los musulmanes, sino por otros motivos - pero de ahí a llevar  burka o un cinturón de explosivos media tanto como que yo vaya a denunciar por herejes a otros a la inquisición y buscar la tercera tetilla para quemarlos y más ella.
Me pareció extremado (¡tanto tiempo sin comer ni beber y con "la caló que jase" en verano!!) pero ni ella ha impuesto a nadie que la siga ni nadie la ha obligado, así que fue capaz y le sirvió para su propósito entonces, ¿por qué no? Sí, por la mala fama, es verdad, ¿pero cuánta gente habrá como ella? ¿O como mi nano, o los mellizos de S, que tienen una hermana mayor a la que le roban los ganchitos del pelo y se van a la guardería o al playgroup con ellos y ya hay dos madres diciéndole que se los quite que eso no "está bien, no es de niños"?
¿Y lo divertidos que resultan dos mellizos disfrazados uno de Dorothy (Mago de Oz) y el otro de Tinkerbell? Sí, puede que sea raro, raro por no habitual, pero ¿y lo felices que están?
Otro caso menos fuerte, la de palos que recibió Kate Middleton por mostrar su tripa post-bebé sin faja ni nada, totalmente distinto a lo que solemos ver de las "supermamás que recuperan su figura en tiempo récord, wow, quéguaydelavidaquégrandesqueson" , porque claro, amamantar en público y tener tripa 24 horas de parir son grandes pecados que deben ser escondidos




¿O K, que debe volver a la India sin ninguna gana por que debe por tradición encargarse de sus suegros y que sean estos y la cuñada los que organicen su vida familiar y su casa y aún así da gracias porque ni le quema(rán) los brazos o golpearán como pasa en algunos sitios todavía?
O la ministra italiana Kyenge, que recibió insultos de la Liga Norte (ultraderechistas) y tuvo que vivir este vergonzoso suceso  , incluso hasta en facebook, ante una foto de un bebé llorando en brazos de una mujer recibió insultos por : ser la bebé negra (otra vez con calificativo de simia y que le dieran plátanos) y por ser la señora blanca (ya están los blancos creyéndose los salvadores del mundo) - cuando cualquier persona con dos dedos de frente y sobretodo mujeres que son, han sido, serán o desean ser madres ven una criatura siendo consolada, dando igual que sea rosa, negra, beige o a topos verdes.

Ahora además va a empezar en nada el curso escolar y volveremos a enfrentarnos al temido tema del bullying, que al fin y al cabo, es la manifestación de esos prejuicios contra gente (niños) que son percibidos como diferentes (por llevar gafas, por tener kilos de más, porque no celebra Navidad o porque se saca los mocos, porque prefiere jugar con las niñas o con los niños)

Qué lástima que nos queramos quedar sólo con un porcentaje del mundo, en lugar de absorber y recoger el 100% de él en experiencias de otras gentes y culturas, y de conocimientos, cosa que no tiene nada que ver en que nos guste, vaya con nosotros o no, es completamente independiente una cosa de la otra .
Personalmente no haría jamás el Ramadán (creo) o me tatuaría símbolos chinos ni creo que me ponga piercing, pero sí me animaría a irme a una playa nudista, tan mal vistas aún, por ejemplo, porque parece que sean antros de orgías sin fin, cuando es gente que concibe la vida de una manera y la vive en ese estilo, nada más ni van enseñando pechos o pene a tutiplén en medio de la calle o supermercado.

El miedo nos sirve para sobrevivir, no es malo, querer pertenecer a un grupo y sentirse acogido (que nos lo digan a los expats), tampoco en absoluto, ,es natural e instintivo también .
Lo que es odioso, agobiante y desesperante es martirizar a otros por su culpa y no hacer por vencerlo

Voy a pintar las uñas al nene, que me reclama, creo que el amarillo es un color que este verano se lleva muchísimo . . . .

miércoles, 7 de agosto de 2013

Bruma

Una semana y media de vuelta, tras una odisea que los peques llevaron asombrosamente bien (y no, repito, no es que los niños hijos de expats tengan un gen para viajar que haga que se porten de perlas, puesto que comen, se ensucian, gritan, lloran y se pelean exactamente igual que cualquier otro).
Quizá es tan simple como que están viajando desde que nacieron (casi, a veces hasta antes) y están más acostumbrados al estrés y cansancio, pero vamos, que se agotan y berrean, seguro.

Una semana y media en la que la búsqueda de "emociones" estivales en Escocia está siendo intensa - playdays, excursiones aquí y allá, y por favor, que no se nos olvide, deshacer maletas, lavar, planchar, avituallarse y volver a la rutina.
Aynnnnnnnmmmmmmmmmppppppppfzzzzzzzz, qué pereza que todo vuelva a recaer en las manos de servidora! después de 3 semanas en las que toda la familia ha disfrutado de lo lindo.
Sin tensiones ni malos rollos familiares - asombrada me hallo conociéndome, he visto un cambio en mí que me ha sorprendido para bien ¡que dure que dureee!!!;  sorbiendo el sol y la luz, la brisa marina como si mañana mismo acabaran; los peques disfrutando de cosas que no conocían (tradiciones españolas, como por ejemplo, un desfile de moros y cristianos; por otro lado parques temáticos y descansando unos días de sus papis - no muchos, en total 3 si llega - aunque con el entusiasmo infantil que nunca deja de sorprenderme, felicísimos de regresar a la gris Aberdeen).

Vuelta a preparar el regreso al cole, la ropa para los meses de otoño e invierno, y mirando con nostalgia las fotos tomadas en Oliva, el ensueño de Granada, la diversión con la prima, el agua caribeña de las playas (mmm, estaría bien poder decir que el agua del Caribe es mediterránea ¿no?) etc.



Si el Mediterráneo es luz y sol, Aberdeen es bruma y no puedo quejarme, ya que por lo visto este verano está siendo excepcional (Julio fue genial y Agosto no está tan mal....).
Aberdeen es gris, la ciudad de granito, y hay días en que uno puede ver las distintas tonalidades de ese color paseando la mirada desde el cielo hasta el asfalto.
Aquí ya dan ganas de hincharse a chocolate caliente y pastel de zanahoria, por ejemplo y de ponerse pijama de felpa, en resumen, recogerse. Aunque sea 7 de agosto, san Cayetano.

Estamos notando también que cuesta un poco - los peques andan pelín mimosones y rebotados, y menda anda a la que salta y con una buena dosis de morriña.

Y no nos queda más que dar gracias a los yayos y nonni, a los tíos y prima, a los amigos de lanzamiento de huevos por la ventana (hubiéramos ganado oro de existir tal disciplina olímpica) de la época universitaria y a las reinas moras, que siempre están ahí y apenas se nota la ausencia, y hacen de sol en esta neblina escocesa. Por el buen tiempo, por las risas, el aire, los "barrejats", la cháchara, las clases de natación, las conchas, las tapas,  los toboganes en el agua y los jardines de la Alhambra...



Ojalá logremos un otoño e invierno tan maravillosos como ha sido este verano.