domingo, 30 de diciembre de 2012

Propósitos de Año Nuevo

Hoy es una entrada breve, debido al cansancio, la melancolía, la cercanía a la vuelta de la rutina habitual en el país en el que vivimos.

Mañana será la noche de los deseos, de Fin de Año, la época en la que generalmente miraba hacia atrás para hacer balance y proponía objetivos para el siguiente, una hoja en blanco donde empezar nuevamente y a mejor. Pero es muy difícil empezar de 0, como si nada hubiera pasado, pues el pasado nos acompaña siempre.

En estos tiempos difíciles, y tras estar observando, oyendo, a mí misma, a los demás, a mis niños, a mi familia... realmente mis propósitos son muy escasos...

Seguir con salud, seguir con un trabajo que nos sustente y tanto para mí, como para el mundo, que sepamos mirarnos abiertamente a los ojos. Sin sentirnos incómodos ni avergonzados, sino unidos y reconocidos en los demás.

es un propósito tremendamente difícil, lo sé. Pero tal vez así si seamos capaces de realmente empezar una nueva página, mucho más brillante que las anteriores.


Feliz año 2013.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Navidad (II)

Ya estamos aquí, esta noche nace Jesús, baby Jesus birthday según mi hijo. Y esta noche vamos a hacerle un regalo, sí, vamos a regalarle, a regalarnos, una dosis de esperanza alegre en acción. Durante todo el año. No tengo más palabras hoy que GRACIAS y FELIZ NAVIDAD.

martes, 11 de diciembre de 2012

Navidad (I)

Cada vez queda menos
Ya nos está invadiendo cierto nerviosismo, cierta excitación porque se acercan las celebraciones navideñas y si todo va bien y Dios quiere, lo pasaremos con nuestra familia en España.
Los peques encantados, el mayor inmerso en la representación de la obra navideña "Born in a barn" del cole, la peque aún no le pilla el sentido pero está enamorada de las luces del árbol y le encanta ver al mini-bebé de nuestro mini-misterio.

A nosotros nos entra cierta nostalgia, me atrevería a decir que la de mi costillar una nostalgia pintada de alegría - sus Navidades siempre han sido llenas de gente, primos, abuelos, tíos, etc; de alivio (vacaciones tras unos meses de duro trabajo y bastante estrés). La mía teñida de una cierta sensación de melancolía, porque aun con la presencia de estos bombones (y celebrando el cumple de uno de ellos), ya nunca serán lo que eran para mí. Aunque no quita que también tenga ganas de usar este tiempo para desconectar. Un poco al menos.

¿Qué celebramos en Navidad? Celebramos el regreso a casa y el estar con la familia.
El ser una familia. El tener la familia de los amigos.
Celebramos la presencia de los dos miquillos (aunque agradecidos todo el año y felices como perdices, en estas fechas más todavía).

Y celebramos el nacimiento de un niño, va a ser que somos muy tradicionales y conservadores y sí, celebramos el nacimiento de Jesús. Justamente de ese niño, y en él, de todas las personas y en la existencia de todo ser humano, el nacimiento de Cristo. Al menos, lo intentamos, porque bien sabe Dios que a veces hay algún "hermano" al que le daríamos hasta en el carnet de identidad, con un espíritu nada navideño

Sí, hace muchos muchos años que el marido de mis entretelas y yo sabemos perfectamente que no nació en estas fechas, que no fue en el año en que se dice, que es un préstamo de unas celebraciones paganas (el Sol Invicto, las Saturnales etc), que si el árbol que si los reyes y el cometa Halley etc y todo eso, que sí, que el ser creyente no significa ser ignorante (aunque algunos piensen que sí). Y realmente, nos importa muy poco por no decir nada. Y es curioso ver todos estos debates sobre si son cuentos, sobre si celebrarlo o no, que si la tradición, que si la iglesia etc que se va a originar en estos días. Curioso y predecible.

Personalmente, debo decir que es ahí donde me ataca la nostalgia. En mi casa la presencia de Jesús siempre ha sido constante y muy fuerte, de ahí que esa sensación de magia que parece tener la Navidad en estos tiempos me choque y mucho, no es magia, no. Podemos ver "mágica" la historia del nacimiento etc, pero de nuevo, he ahí la forma, que no el fondo!
Lo que significó el nacimiento de Jesús y su mensaje, el suyo, no el de nadie más. No es magia, para nada.
Es tremendamente difícil y tremendamente maravilloso, ver en un niño, desnudo, pobre a tu suegro cuando te pone de los nervios con sus comentarios, a tu mujer que es - reconozcámoslo - una quejica impenitente, a cualquier persona que te haya agraviado u ofendido (que a su vez, tampoco supo verlo en ti), al que pide dinero en la calle o al que se droga, a un inmigrante.O simplemente la persona que te cae como una patada en salve sea la parte.

El nacimiento, en mi opinión, significa más que un precioso árbol lleno de luces, espumillón y adornos. Más que esas maravillosas cenas caseras y el buen ambiente, en dos o 3 días al año. Que el poner las figuras del belén e ir destapando el calendario de Adviento. Que los regalos. No estoy en contra de nada de esto, para nada! qué alegría saber disfrutarlos, llenar de luz y alegría esos días, disfrutar de la vida y pensar que alguien se ha pasado una hora o 5 minutos pensando en ti para traerte un regalo que ni necesitas y a lo mejor ni te gusta, pero ha hecho el esfuerzo, simplemente por ser tu.

Pero siempre quiero algo más, algo más que va más allá de eso. Quiero ser ese niño. Quiero que lo seamos. Quiero verlo, abrazarlo y ayudarlo, quiero que me abrace, me vea y me ayude. Que esté ahí, estar ahí. Durante todos los días del año




jueves, 6 de diciembre de 2012

¿Por qué no escuchamos?

Creo que uno de los grandes males de este mundo es no escuchar.
Oir, todos oímos, pero escuchar, no siempre y no bien.
Como pensé en otra entrada anterior, hay demasiado ruido y demasiada gana de ¿atención? ¿tan solos nos sentimos en realidad? ¿tan vacíos?. No tengo ni idea.



En fin, hace frío y estoy embotada y aletargada y con la vida diaria - donde sinceramente me la paso repitiendo lo mismo unas 50 veces a dos adorables personajillos de 4 y 2 años - tengo de sobra. Pero cuando leo artículos en periódicos, me parece que el no prestar atención, no escuchar es algo universal (probablemente me repito tanto porque tampoco escucho yo, aunque -y no tengo abuela- creo ser buena oyente)

A lo que vamos. Me asombra absolutamente la dureza de oído de los poderes públicos. Es adquirir un sofá, sillón, mesa y despacho, que les brota un cerúmen bestial en el oído interno (y da igual que haya crisis que no).

Por poner un ejemplo, cuando en España y en otras partes de Europa ante la masiva llegada de inmigrantes algunos ciudadanos (peor que mejor informados) comenzaban a mostrar su inquietud - las leyes hechas para proteger a los más débiles dejaban de ampararlos y amparaban a los recién llegados, que obviamente, mucho peor estaban -  no recibían (a mi entender) la oportuna atención. O se les despachaba llamándoles de todo  menos guapos, o en tono paternalista se intentaba convencer que todo iba bien, dejándolo todo como estaba cuando debería haberse adaptado a las nuevas circunstancias. Y no era cierto que todo fuera bien, y cuando ha estallado (o más bien, implosionado) la burbuja vemos que cierta razón había. No por el hecho de los inmigrantes, ni mucho menos, sino porque quien tenía la responsabilidad no había hecho absolutamente nada para mejorar y adaptarse a la nueva situación. Y personalmente, creo que algunos ahora se aprovechan de eso para seguir hurgando y metiendo más miedo todavía y más odio, y otros se alegran de pasar la patata ardiendo con la que no hicieron nada, nada en absoluto

Veo en España las reformas educativas (en mi opinión, no las entiendo nada) y con la crisis los recortes en sanidad y educación, unos pilares que siempre nos han dicho que es lo fundamental para que una sociedad salga adelante,  y que nos prometieron que jamás se tocarían , de repente, zas, ya no vale
Salimos (salen) a la calle, 99% de los manifestantes pacíficamente pidiendo, de nuevo, ser escuchados y otra vez, sordos como tapias. Sordos y sacando a la policía, ojo, no sea que....¿que qué? ¿quemen el Congreso? ¿les agarren por los pelos o les digan cabrones?  ¡Quieren ser escuchados, pero de verdad!! Tienen (tenemos) nuestras razones, nuestra verdad y es lo mínimo que se pide en esta democracia que ya no lo parece tanto. Ser escuchados y no sólo cuando interesa el sillón de turno. Aunque nos parezca un error, una metida de pata garrafal, o una estupidez, creo que lo mejor que podemos hacer siempre es ESCUCHAR, porque siempre hay un porcentaje de razón en lo que se dice, mayor o menor. Siempre, porque luego hay quien hace muy bien el paripé de escuchar y ofrecer soluciones y nos mete en debacles mayores (¿alguien se apuesta a qué se debió que Hitler ganara por mayoría unas elecciones? ¿nos apetece repetir experiencia? a mí, no, sinceramente)

Y en una democracia, como las que vivimos, sobretodo a la mayoría, y no sólo cuando interese.
Porque esos niños a los que no se les escucha, serán luego votantes y serán los que levanten el país, pero si no se les escucha ni prepara ni cuida, no habrá nada
No creo que sea bueno ir por la vida en plan "detrás de mí, el diluvio" - algún día, esporádicamente, sí, lo hacemos todos, cuando estamos hasta los mismísimos wifins y necesitamos un descanso - pero no por norma general.

Y tengo la impresión que después de esta vendrá el diluvio, no habremos escuchado lo que esta crisis está siendo y manifestando, nos quedaremos a flote y diremos que el que venga detrás que arree.
Pero todo lo diremos muy muy fuerte, gritando, porque nadie escucha